¿Qué es el Lipofilling?
El proceso de envejecimiento facial conlleva entre otras cosas una pérdida de volumen especialmente llamativo en zonas como la sien (región temporal), los pómulos, mejillas, y labios. Esta pérdida de volumen se debe en parte a un proceso de reabsorción de hueso y atrofia muscular, pero también en gran medida a una pérdida de grasa subcutánea.
El lipofilling facial (también conocido como lipoescultura facial) es un procedimiento que consiste en transferir grasa autóloga (del propio paciente) a zonas de la cara en donde hay un defecto de grasa. La intervención puede realizarse con anestesia local y sedación intravenosa o anestesia general, según las preferencias del paciente.
¿Cuándo lo utilizamos?
La indicación más evidente de esta técnica es como procedimiento de rejuvenecimiento facial, para reponer los volúmenes que perdemos en diferentes zonas de la cara con el paso de los años. Lógicamente se realiza de forma complementaria a otras intervenciones de rejuvenecimiento facial como la blefaroplastia o el lifting cervicofacial.
Además, es una técnica que utilizamos desde hace muchos años para tratar secuelas faciales producidas por amputaciones oncológicas, traumatismos, y otras enfermedades poco frecuentes que alteran el metabolismo graso. Un ejemplo es el de la lipodistrofia facial que se produce en pacientes con SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), y que pueden beneficiarse de este tipo de intervenciones.
¿Cómo es el Procedimiento?
El procedimiento consiste en obtener grasa autóloga (del propio paciente). La zona donandte suele ser la pared abdominal anterior, la región lateral del muslo (conocida como cartuchera) o la zona interna de este. La grasa se obtiene aspirando con unas cánulas finas y con una fuerza leve, y no tiene nada que ver con una liposucción. Algunos pacientes piensan que la aspiración de grasa para un lipofilling es parecida a la de una liposucción.
Es importante entender que no tiene nada que ver un procedimiento con otro. En la liposucción se “rompen” y aspiran grandes cantidades de grasa para eliminarla. En el lipofilling lo que hacemos es obtener pequeñas cantidades de grasa y pretendemos que los adipocitos (o células grasas) estén intactos. Esto es importante porque si los rompemos al obtenerlos luego no durarán mucho tiempo en la zona facial en la que los infiltremos. Para introducir las cánulas con las que obtenemos la grasa realizamos pequeñas incisiones de 4-5 mm que luego suturamos con un par de puntos.
Una vez obtenida la grasa, la procesamos y purificamos para infiltrarla en la cara. Esta infiltración se realiza con jeringas y cánulas finas, en pequeñas cantidades y en diferentes niveles de profundidad. Una técnica de infiltración delicada es clave para obtener un resultado duradero a medio y largo plazo. En la cara no realizamos incisiones, sólo pequeñas punciones para introducir las finas cánulas de infiltración, que no requieren puntos de sutura.
¿Cómo es el Postoperatorio?
El lipofilling facial sólo requiere unas horas de ingreso, lo que llamamos estancia en hospital de día, sin tener que pasar una noche en el hospital. La inflamación que se produce inicialmente es leve, y puede haber algún hematoma tanto en la cara como en la zona donante abdominal o en los muslos. Esta inflamación empieza a disminuir a las 48 horas, y puede durar una semana hasta desaparecer por completo.
Los puntos de la zona donante se retiran una semana después de la intervención. El paciente debe tomar una pauta de tto. antibióticos y antiinflamatorios durante unos días. Recomendamos también usar una faja levemente compresiva durante un par de semanas sobre la zona donante, ya sea el abdomen o los muslos.
Lipofilling vs Fillers
Tanto el lipofilling como la infiltración de “fillers” son procedimientos destinados a reponer o aumentar volúmenes y a perfilar contornos. Cuándo es preferible usar uno u otro? Según la situación de cada paciente hay que individualizar la indicación. Podemos resumir las ventajas e inconvenientes del lipofilling:
- la cantidad de grasa que podemos obtener es prácticamente ilimitada sin aumentar el coste del procedimiento
- la grasa es un producto autólogo, del propio paciente, sin posibilidad de rechazo
- al infiltrar grasa, también infiltramos células madre que todos tenemos en la grasa, y que mejoran la calidad del tejido subcutáneo y la piel de la zona en dónde la infiltramos
- se realiza en quirófano, no en consulta, con el coste añadido que esto supone
- la grasa la obtenemos de otra zona del cuerpo, en la que se producirá algo de inflamación y algún hematoma.
Cuando la cantidad de volumen que debemos reponer es grande, recomendamos considerar el lipofilling como primera opción, sobretodo si el paciente planea someterse a alguna otra intervención como una rinoplastia, lifting cervicofacial, o blefaroplastia.