¿En qué consiste la intervención Quirúrgica?
La cirugía ortognática es una intervención quirúrgica que se realiza en quirófano bajo anestesia general. Consiste básicamente en cortar los huesos de los maxilares y recolocarlos en su posición correcta. Toda la cirugía se realiza actualmente por vía intraoral (por dentro de la boca), sin que queden cicatrices en la cara. Se realiza una pequeña incisión en la encía del maxilar superior, en la zona de los incisivos superiores, y una incisión en la encía por detrás del último molar inferior a cada lado de la mandíbula. A través de esas 3 incisiones se realiza toda la intervención. En la inmensa mayoría de los casos tenemos que mover tanto la mandíbula como el maxilar superior para conseguir un resultado facial óptimo. Cuando se realiza una mentoplastia complementaria, realizamos también una pequeña incisión en la encía situada entre los incisivos inferiores.
¿Es necesario quitar las muelas del juicio?
Las muelas del juicio (también conocidas como cordales) están situadas en la zona posterior de las arcadas. No siempre hay que quitarlas, porque en algunos casos hay espacio suficiente para que erupcionen. Cuando es necesario exodonciarlas (que es lo más frecuente) recomendamos hacerlo por lo menos 4-5 meses antes de la cirugía ortognática. La razón es que suelen estar situadas justo en el trayecto por el que hacemos los cortes del hueso, sobretodo en la mandíbula.
![ortopantomografia](https://www.ortognaticayestetica.com/wp-content/uploads/2020/05/ortopantomografia.jpg)
¿Podemos realizar la extracción al mismo tiempo que la cirugía ortognática? Si, se puede hacer, pero no es lo más recomendable. Lo ideal es haberlo hecho antes, y que al hacer la cirugía ortognática el hueso de los ángulos mandibulares (dónde están las muelas del juicio inferiores) haya acabado de cicatrizar, para no interferir con las osteotomías.
Material de Osteosíntesis
Una vez que los fragmentos óseos están colocados en la posición adecuada, los fijamos en esa posición con unas miniplacas y microtornillos. Este material está confeccionado en unas aleaciones de titanio que son completamente inertes para no provocar ningún tipo de rechazo. De hecho, se integran tan bien con el tejido óseo que durante la cicatrización del callo de fractura el hueso puede recubrir parcialmente las miniplacas.
El material está diseñado para hacer una función temporal. Mantiene los fragmentos óseos en posición mientras acaba de cicatrizar el hueso en la zona de la osteotomía (corte óseo). Pasados unos meses la presencia de las placas ya no es necesaria. Aún así, no procedemos a quitar este material de osteosíntesis de forma rutinaria. Al igual que ocurre cuando se utiliza para fijar fracturas de otros huesos del cuerpo, no produce ninguna complicación, y quitarlo supone someter al paciente a una nueva intervención quirúrgica. Sólo en el caso de que produzca alguna molestia lo retiramos.
Posibles complicaciones
Como ya hemos comentado, la cirugía ortognática es un procedimiento que ha cambiado mucho en los últimos años, convirtiéndose en una intervención muy segura y prácticamente sin complicaciones. Y por supuesto, es una intervención que requiere un seguimiento estricto del paciente en el postoperatorio, precisamente para poder manejar esa pequeña complicación que pueda surgir. Nosotros recomendamos una visita semanal a la consulta durante el primer mes después de la intervención. Posteriormente se van espaciando en el tiempo las revisiones.
Pérdida de Sensibilidad
Lo más importante respecto a posibles secuelas es entender cómo afecta la cirugía a los nervios dentarlos inferiores, que son ramas sensitivas del nervio trigémino. El nervio dentario inferior es un nervio par, tenemos uno a cada lado, y recorre la mandíbula entrando por un pequeño orificio situado en la zona posterior de la mandíbula (agujero mandibular), la recorre prácticamente entera y sale de ella por otro orificio anterior (agujero mentoniano). Es un nervio que recoge la sensibilidad de los dientes, las encías, y la mucosa y piel del labio inferior y mentón (medio labio y medio mentón dependen de cada nervio).
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Al realizar los cortes óseos en la zona del ángulo de la mandíbula, nos acercamos mucho al recorrido del nervio. De hecho, lo vemos durante la intervención, y lo mantenemos íntegro aunque puede contundirse. Esto supone que normalmente, después de la cirugía, se pierde la sensibilidad en la zona que depende de este nervio temporalmente. Habitualmente esa sensibilidad se recupera bien aunque esto puede tardar varios meses, pero en un 15% de los casos puede quedar una pequeña secuela permanente. Cuando ocurre, suele ser unilateral y parcial, es decir que afecta sólo a una pequeña zona del territorio cuya sensibilidad depende de este nervio. Y cuando esto sucede, suele haber un proceso de adaptación por el cual el paciente se acostumbra a la nueva situación, sin que suponga un problema funcional.
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