¿Qué es la Clase III o Prognatismo?
En los casos de clase III o prognatismo mandibular, el desequilibrio en el desarrollo óseo de los maxilares produce un crecimiento mayor de la mandíbula que del maxilar. El patrón facial típico es el de un paciente con una mandíbula y mentón muy proyectados (prognatismo) y una zona paranasal y labio superior un poco hundidos (atrofia maxilar). No se nace con la clase III, esta se va desarrollando con el crecimiento. Aún así, podemos decir que tiene un componente de herencia genética muy fuerte. En casi todos los casos hay algún antecedente familiar cercano de esta patología.
A nivel oclusal, la clase III se presenta con una mordida borde a borde, o incluso una mordida cruzada anterior. Los incisivos inferiores pueden estar situados levemente por delante de los superiores. En una oclusión normal (de clase I) los incisivos superiores deben estar un poco por delante de los inferiores.
¿Cómo es el Tratamiento de Ortodoncia?
Muchos pacientes que presentan un patrón facial de clase III o prognatismo han sido tratados en su adolescencia con ortopedia y ortodoncia tradicional para intentar compensar su problema de mordida. Para compensar la mordida borde a borde o cruzada anterior (decalaje dental en los incisivos), en estos casos se suele realizar una vestibularización de los incisivos superiores (se inclinan hacia delante) y una lingualización de los incisivos inferiores (se inclinan hacia atrás), llegando incluso a extraer premolares en la mandíbula para conseguirlo. A pesar de este intento de compensación puede no conseguirse una buena mordida, y desde luego no se corrige el problema facial. En otras ocasiones esta compensación de las posiciones de los dientes se produce de forma natural por las fuerzas ejercidas por los labios y la lengua.
Cuando el paciente decide someterse a un tto. de cirugía ortognática para corregir definitivamente tanto su problema de mordida como su deformidad facial, se plantea un tto. de ortodoncia prequirúrgica en el que el ortodoncista va a tener que darles a los incisivos su inclinación ideal, es lo que se llama una descompensación de clase III. El ortodoncista tendrá que volver a vestibularizar los incisivos inferiores (inclinándolos hacia delante) y lingualizar los incisivos superiores (inclinándolos hacia atrás). Al contrario que en una ortodoncia tradicional, puede ser necesario extraer premolares en el maxilar (en vez de en la mandíbula). Lógicamente, esta descompensación va a producir un empeoramiento temporal de la mordida, que el paciente podrá notar. Este problema se resolverá en el momento de realizar la intervención quirúrgica.
¿Cómo es el Tratamiento Quirúrgico?
La intervención quirúrgica no debe realizarse antes de que acabe el crecimiento del paciente. No solemos hacerla antes de los 18 años. Esto es lógico teniendo en cuenta que si corregimos la mordida y el paciente sigue creciendo la oclusión podría seguir cambiando y perderíamos lo ganado con el tto. La edad ideal para operarse es entre los 18 y los 30 años, pero hoy en día operamos pacientes de todas las edades con muy buenos resultados.
Tradicionalmente los casos de clase III o prognatismo tendían a resolverse moviendo la mandíbula hacia atrás en la cirugía. Esto suponía una cirugía técnicamente quizás más sencilla, evitando en algunos casos tener que operar el maxilar superior. Pero hoy en día sabemos que los resultados a nivel estético no son óptimos. El problema no suele estar tanto en un hipercrecimiento de la mandíbula como en un hipocrecimiento del maxilar superior. Además, retruir la mandíbula puede suponer un empeoramiento del calibre de la vía aérea alta.
Actualmente, el tto. consiste en hacer un avance en ocasiones importante del maxilar superior. En algunos casos incluso avanzamos también la mandíbula en vez de retruirla. Aunque parezca sorprendente, el avance de la mandíbula puede ser necesario desde un punto de vista facial incluso en casos de clase III.